Cultivo de Marihuana en Exterior en Espacios Pequeños

¿Quién ha dicho que le cultivo de exterior en espacios reducidos no se pude realizar o no es rentable?  Nada más lejos de la realidad, un cultivo en  exterior en espacios pequeños es posible y además también es posible maximizar su rendimiento. Tan solo tenemos que buscar un sitio donde las plantas crezcan con comodidad y planificar con algo de antelación su cultivo.

En este post vamos a ofrecer unas sencillos consejos para realizar un cultivo de exterior en espacios pequeños, como una ventana o un balcón y explicaremos ciertos detalles que hay que tener en cuenta a la hora de planificar el cultivo.

Principales factores a tener en cuenta:

Elección de la variedad a plantar

Se debe elegir una genética que no crezca mucho, ni a lo ancho ni a lo largo.

Este aspecto es muy importante a la hora de cultivar en exterior con poco espacio, puesto que la variedad que escojamos influye notablemente en los resultados. Principalmente debemos elegir una genética que no crezca mucho, ni a lo ancho ni a lo largo, de modo que las plantas ocupen poco espacio.

Así pues, lo más indicado es plantar cepas índicas puras que suelen crecer de forma achaparrada o genéticas autoflorecientes, que no suelen crecer en exceso. Además debemos tener presente que si las plantamos en macetas pequeñas, evitaremos que las plantas crezcan demasiado.

Variedad índica pura con forma achaparrada

Otro factor a tener en cuenta es que sea una variedad que resista bien la sequía, pues al estar plantada en macetas pequeñas, el sustrato se seca rápidamente, por lo que la planta puede sufrir deshidratación.

La resistencia a las plagas y enfermedades también es un aspecto importante, puesto que en los espacios reducidos se acumula el calor y la circulación del aire es menor influyendo muy negativamente en la proliferación de plagas.

Así podemos decir que las mejores variedades para su cultivo en exterior en espacios pequeños serían las afganas y sus cruces, algunas variedades IBL como la Northern Lights y las variedades autoflorecientes.

Preparación del Cultivo

El primer factor a tener en cuenta a la hora de preparar el cultivo es la luz que van a recibir las plantas, puesto que las horas de luz recibida es fundamental para un buen desarrollo de nuestro cultivo.

Necesitaremos de 5 a 6 horas de luz solar directa para que nuestras plantas se desarrollen correctamente. Los balcones y terrazas que estén orientados hacia el sur no tendrán problemas de luz, a no ser que otros edificios se interpongan. Sin embargo si la zona de cultivo está orientada al noreste o noroeste, es necesario asegurarse de que se cubrirán  las necesidades lumínicas de nuestras plantas.

El segundo aspecto importante en este punto, es la elección de plantar semillas o plantar esquejes. Con las semillas obtendremos plantas más grandes y fuertes, por lo que se aconseja cultivar a partir de esquejes, puesto que con ellos las plantas no crecen tanto, aunque también se verá reducido el rendimiento.

Puesto que nuestra intención es que las plantas no crezcan demasiado, tendemos que hacer lo posible por acortar el tiempo de crecimiento.

En el caso de decidirnos por plantas semillas, debemos hacerlo entre principios y mediados del mes de junio. Si hemos elegido plantar esquejes, debemos hacerlo a finales de junio o a principios de julio.

En el caso de que la variedad elegida sea autofloreciente, nos dará igual cuando la plantemos, puesto que su floración no depende del fotoperiodo. De hecho, si queremos sacarle más rendimiento a nuestro reducido espacio, podemos plantar una cosecha a principios de marzo que recogeremos en junio y plantar otra en este mismo mes, de modo que obtendremos dos cosechas en una sola temporada.

Los contenedores que empleemos para el cultivo deben estar por debajo de los 30 litros y deben ser de colores claros para que no se calienten mucho y no estropeen las raíces a causa del calor. Si podemos, también se deben elevar un poco para que no estén con contacto directo con el suelo, ya que este se calienta y produce un considerable aumento de la temperatura dentro de la maceta.

Los contenedores que empleemos para el cultivo deben ser de colores claros.

Otro de los factores importantes a tener en cuenta es el sustrato elegido.  Debe ser un sustrato que tenga buena aireación y buena retención de agua. Para ayudar con la retención de agua es conveniente proporcionarle polímeros, que se liberan poco a poco, evitando que la planta sufra seguía.

Se debe evitar la fibra de coco sin mezclar, puesto que se seca muy rápido. Tanto el humus de lombriz como el estiércol de oveja mejoran la calidad del sustrato y su capacidad para retener agua, además de suministrar nutrientes fundamentales para las plantas.

Finalmente, también debemos valorar la posibilidad de ocultar nuestro cultivo. La mejor opción sería combinarlo con otras plantas, aunque esto quita espacio para el cultivo de la marihuana. Otra posibilidad es poner barreras físicas, pero esto conlleva un aumento de la temperatura, menos luz y menos ventilación, lo que también perjudicará a nuestro cultivo.

Ejemplo de barrera física para ocultar el cultivo

Cultivo

Decididos todos los aspectos anteriormente mencionados, debemos procurar la supervivencia y buen crecimiento de nuestras plantas.

Tanto si hemos sembrado semillas como si hemos partido de esquejes, durante los primeros días debemos mantener las plantas en interior, puesto que demasiada calor o demasiada exposición al sol, puede arruinar nuestras plantas.

Por ello es conveniente realizar un proceso progresivo de aclimatización antes de sacar las plantas al exterior.  Una vez las plántulas estén desarrolladas o los esquejes enraizados, tendremos que ponerlas en el exterior a la sombra unos tres o cuatro días y vigilar que no se deshidraten (podemos notar la deshidratación cuando muestran las hojas caídas). Superado este punto, se deben poner al sol pero siempre que no sea en horas de máxima irradiación solar. Si no dan muestras de deshidratación ya se pueden poner en su lugar definitivo.

En verano,  el calor puede estresar a las plantas, además pueden sufrir ataques de insectos y de plagas, por lo que es conveniente estar atentos a estos factores.

En función del espacio disponible tendremos que valorar la posibilidad realizar podas apicales o doblar o atar las plantas de esta forma favoreceremos su crecimiento horizontal en decrecimiento del vertical.

Poda para favorecer el crecimiento horizontal

En la fase de floración debemos aumentar los riegos, puesto que el calor hará que el agua se evapore con rapidez. También hay que controlar la aparición de orugas que pueden atacar en agosto o septiembre.

Siguiendo estos sencillos pasos tu cultivo de exterior en pequeños espacios será fácil de llevar a cabo, tendrás buenos rendimientos y será todo un éxito.

Un cultivo en  exterior en espacios pequeños es posible y además también es posible maximizar su rendimiento.

No obstante siempre recomendamos que te pongas en manos de tu GrowShop de confianza para recibir consejos más personalizados.

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