El pH y la marihuana

Cuando cultivas marihuana, el principal objetivo que todos buscamos es el de poder desarrollar un producto magnífico: con un olor, sabor y efectos estupendos que rentabilicen la inversión de tiempo, dinero y esfuerzo dedicados a la planta.

Sin embargo, antes de poder cosechar el tan ansiado fruto, hay una serie de ámbitos y características que debes cuidar para optimizar el desarrollo de la planta, ya que de ellos dependerá la vitalidad y entereza de ésta así como la calidad que obtengas de sus cogollos.

Uno de los factores con mayor importancia que debes mantener observado es el pH del sustrato, de la planta y el agua que utilices para regar.

El PH

El pH o potencial de hidrógeno es la unidad utilizada para medir la presencia o actividad de los iones de hidrógeno en una disolución en función de si esta se encuentra diluida o no.

El pH se mide haciendo uso de medidores de ph (como por ejemplo el medidor pH Adwa que tenemos disponible en nuestra tienda) y siguiendo una escala que va del 1 al 14 estableciendo como punto medio o «neutral» la intensidad 7.

Cualquier pH con un valor por debajo de 7 será considerado como una disolución ácida (la piel humana, por ejemplo, establece su pH neutro en 5.5 aproximadamente), mientras que será una disolución alcalina (una disolución que tiende a producir irritaciones y también a producir sabores amargos) si su valor es superior.

En cuanto a la planta de marihuana, el pH idóneo dependerá de su variedad y se verá influenciado totalmente por diversos factores del ambiente en el que se desarrolle el cultivo, algunos controlables y otros que hay que prever.

Aún así, y en líneas generales podemos establecer que el pH de la marihuana variará en función de la etapa de su vida en la que se encuentre, algo que ocurre en todos los seres vivos, por lo que los niveles de pH ideales variarán en función del metabolismo de la planta y por tanto, ejerce una función reguladora de la cantidad de nutrientes que la planta absorbe de su entorno y de la eficacia con la que lo hace.

Por ejemplo, cuando la marihuana se encuentra en crecimiento, se necesitará unos niveles bajos, es decir, el pH del sustrato y agua deberá asentarse en 6, pues las raíces en este rango de acidez tendrán suma facilidad para absorber el nitrógeno del suelo y potenciar su correcto desarrollo inicial (además de poder nutrirse de otros elementos necesarios en esta fase de su vida) mientras que en el caso de que el pH caiga por debajo de ese 6, la planta presentará muchísimas dificultades para obtener los elementos del suelo (ácido fosfórico calcio o magnesio) que necesita debido a la alta acidez de las raíces.

Si el pH cayese aún más abajo, la planta podría empezar a sufrir enfermedades que pueden afectar seriamente su integridad.

Por otro lado, cuando la planta se encuentra en floración necesitará una fluctuación del pH oscilante entre los valores 6.8 y 7 para poder obtener con mucha mayor efectividad el fósforo y el potasio (los elementos más importantes para la planta durante esta etapa de su vida).

Cabe destacar que si el pH alcanza unos valores por encima de 7.5, la planta se verá totalmente incapacitada para consumir el zinc, manganeso, boro cobre o hierro del sustrato lo cual es también fuente de enfermedades para la planta.

El pH en el sustrato

Es por estos motivos que, a pesar de que muchos cultivadores inexpertos aseguran que el pH es un factor al que prestarle atención es una pérdida de tiempo y recursos, en numerosas ocasiones la planta no dará un resultado con calidad satisfactoria o la planta directamente se pondrá amarillenta y morirá debido a las carencias de su cuidado.

Para poder ejercer un control exhaustivo y eficiente del pH, se deben controlar sus niveles en el sustrato desde el principio del cultivo, pues si se detectan a tiempo niveles contraproducentes, estos se podrán corregir a tiempo por medio del regado o abonado acorde a la variación buscada.

Hay que mencionar que cuando cultivas en tierra, es decir, si cultivas en sustratos arenosos, arcillosos o forestales, el pH viene predeterminado en ellos y cada uno tiene su rango de pH: el sustrato arenoso es ácido por naturaleza pero fomenta un drenaje estupendo del agua y las raíces pueden crecer fácilmente gracias a la escasa resistencia que este sustrato ofrece, sin embargo es incapaz de retener los nutrientes por lo que requiere un abono que suavice su acidez y lo vuelva más compacto.

Los sustratos arcillosos son sumamente compactos, lo cual provoca retenciones de agua (por lo que un descuido en el pH de la misma puede provocar grandes variaciones de éste en el sustrato) y le dificulta a las raíces crecer apropiadamente y por último el sustrato forestal que tiende a ser posicionado como el más neutral aunque puede presentar una tendencia a la acidez al contener restos vegetales en descomposición en su zona más superficial.

Los métodos más populares para subir la acidez del sustrato son la aplicación de una mezcla de juego de limón o vinagre con agua, mientras que para subir la alcalinidad se aplicarán controladas cantidades de silicio.

El pH en cultivos hidropónicos

El cultivo hidropónico consiste en plantar los vegetales en bases únicamente minerales, o directamente sin suelo de manera que las raíces se estiran los suficiente para alcanzar el canal de riego común para todas las plantas.

Este método encuentra su solidez en que cualquier sustrato presenta cierta resistencia para «entregar» sus nutrientes a la planta mientras que el agua contiene unos iones inorgánicos que le facilitan la tarea de nutrición a cualquier tipo de vegetal, de manera que maximiza la cantidad de nutrientes absorbidos.

Como es evidente, el elemento más importante en esta mecánica de cultivo es el agua, pues en ella se encontrarán disueltos todos los elementos necesitados por la planta y es por ello que se debe cuidar con suma precaución los tipos y cantidades de nutrientes que se disuelven en ella, atendiendo a la etapa metabólica de las plantas y de sus estados de salud.

De la misma manera, hay que cuidar encarecidamente el nivel de pH del agua pues al interactuar de manera directa con las raíces, cualquier descompensación de éste producirá efectos inmediatos y con mucha mayor potencia que cuando hay variaciones en sustrato.

Es por ello que cuando la planta se encuentra en crecimiento, el pH del agua deberá establecerse en 5.5 e ir aumentándolo paulatinamente hasta 5.9, momento en el que debería de empezar el proceso de floración durante la cual, el pH debe oscilar entre un valor de 6 y 6.2.

En las semanas y días previos a la cosecha, y si la planta y sus cogollos presentan aspectos y estados óptimos, el pH se subirá hasta un límite de 6.5 para potenciar el efecto de nutrición de la planta y enriquecer sus cogollos.

El pH en cultivos orgánicos

Cuando cultivamos en sustrato orgánico, éste presenta vida micro bacteriana la cual favorecerá la vida de la planta. Sin embargo, las fluctuaciones del pH pueden amenazar la integridad de dichas bacterias benéficas para el cultivo por lo que habrá que realizar un control medido de sus variaciones.

Al cultivar en sustrato, la planta no puede absorber los nutrientes con la misma facilidad que en el sistema hidropónico, por lo que el pH del sustrato deberá ser superior, es decir, en el sistema anterior, vimos que el pH varía desde un 5.5 hasta un 6.5 a lo largo de la vida de la planta, mientras que un sistema de cultivo orgánico, esta variación oscilará entre un 6 y 7 para facilitar a las raíces su alimentación.

Habrá que tomar en cuenta que la vida bacteriana y los propios componentes de la tierra crean un efecto denominado «efecto buffer» que controla y estabiliza los niveles de pH.

¿Cuál es el problema con esto? Que si el abono o el agua con que nutrimos la tierra tiene niveles de pH muy altos o bajos (en definitiva, muy diferentes a los del medio de cultivo), tras una serie prolongada de repeticiones en su aplicación, el efecto buffer tenderá a concentrar y retener esa variación cambiando los niveles del propio sustrato. Esto plantea un serio riesgo para el cultivo, pues una nutrición descuidada de la planta afectará a la vida bacteriana y sus nutrientes de manera que la planta no podrá alimentarse como es debido.

Medidores de PH

Si bien los cultivadores experimentados son capaces de reconocer las carencias de la planta mirando características como el color, postura o posibles daños en la planta, existen aparatos, mayoritariamente electrónicos (pues son más exactos) para medir con precisión las fluctuaciones del pH.

Tipos de medidores de PH

  • Medidores constantes: Son aquellos que se mantienen en contacto con el sustrato o medio de cultivo de manera que consigue una lectura siempre actualizada y concreta de los niveles, lo cual permite establecer patrones de conducta en las fluctuaciones permitiendo determinar medidas para mantener el pH en los niveles óptimos.
  • Medidores puntuales: Son aquellos que se ponen en contacto con el medio de cultivo de vez en cuando y sus lecturas solo arrojan información del momento en el que se pusieron a analizar, son menos completos y exactos que los constantes, pero su precio y complejidad son mucho menores.

7 comentarios en «El pH y la marihuana»

  1. Hola, buena información la que dais.
    ¿El ph hay que medirlo, antes o después, de echar los fertilizantes al agua para regar?
    Gracias, saludos y buenos humos.

    1. Hola Pedro gracias, nos alegramos que sea de tu agrado. Referente a tu consulta, hay muchas dudas respecto a este tema, pero el ácido del pH es mejor añadirlo desde un primer momento con el agua y antes de echar fertilizantes. Primero ajusta el pH y una vez que tengas el pH del agua, añade los fertilizantes, vuelve a medir el pH, porque los abonos suelen modificar el pH, y ajústalo si es necesario.
      Un saludo

  2. Una consulta como puedo subir el pH de la tierra ya que en el tiempo me bajo a 3.5 y me gustaría dejarlo entre 6 y 7. De antemano muchas gracias.

  3. tengo un pequeño problema las puntas de las ojas se an puesto en forma de garra hacia bajo y le an salido como unos puntitos muy pequeños a las ojas grandes .puede ser por un exceso de nutrientre.son de interior?

    1. Hola Alfonso efectivamente la hoja en forma de garra nos indica exceso de nutrientes, lo de los puntitos puede ser algun tipo de plaga, puedes fumigar con algun tipo de preventivo organico para eliminarla.
      Un saludo

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