Normalmente, los cultivadores de cannabis cultivan sus plantas quitando algunos esquejes de las plantas madre. Al convertir estos esquejes de la planta madre en clones aceleran el tiempo de crecimiento de las plantas y pueden predecir los resultados con mayor precisión. Sin embargo, esa no es la única razón por las que las plantas madre son importantes para el cultivo de cannabis. Si no estás familiarizado con lo que es una planta madre y sus beneficios, te aconsejamos seguir leyendo nuestro artículo de hoy, en el que responderemos a la pregunta que algunos cultivadores con menos experiencia se hacen; ¿Qué es una planta madre en el cultivo de marihuana?
Índice de contenidos
¿Qué es una planta madre?
Una planta madre es una planta que se cultiva específicamente para su posterior clonación. Estas plantas madre se mantienen en un estado vegetativo constante y nunca pasan a la etapa de floración. Las plantas de cannabis son especialmente atractivas para usarlas como plantas madre, puesto que son fáciles de clonar y resistentes al menor estrés que acompaña a los esquejes de las plantas.
Ventajas de usar una planta madre en el cultivo de marihuana
Existen muchas ventajas para hacer crecer una planta madre. La primera de ellas, y como hemos comentado anteriormente, es para cultivar nuevas plantas a partir los esquejes de la planta madre. Con ellas, además de ahorrar tiempo esperando a que la semilla germine, evitaremos cualquier fallo genético o la posibilidad de que la planta sea hermafrodita.
Aunque tal vez la mejor razón para mantener una planta madre, es porque los clones tomados de una madre son copias genéticas idénticas de cada una.
Una planta puede producir alrededor de 10 clones en un solo ciclo, en los que todos ellos crecerán y reproducirán las mismas cualidades de la variedad. No solo eso, sino que los clones tomados de una planta hembra también serán siempre femeninos (a menos que se les presione para que se conviertan en hermafroditas), así que nunca tendrá que preocuparse de que los machos polinicen a sus hembras.
Otra gran ventaja a la hora de cultivar cannabis a partir de plantas madre es la confianza inherente al cultivo de la misma cosecha una y otra vez. Debido a que los clones son copias exactas de sus madres, sus patrones de crecimiento y necesidades nutricionales también coincidirán. Esto no sólo ayuda a los cultivadores novatos a perfeccionar su proceso de cultivo, sino que también ayuda a los cultivadores más experimentados a experimentar con diferentes técnicas de cultivo y medios de crecimiento. Comparando el ciclo de crecimiento de clones genéticamente idénticos, los cultivadores pueden aprender qué técnicas producen un rendimiento óptimo y cuáles es mejor dejarlas como están.
Consejos para mantener una planta madre sana y fuerte
Una vez que decidas usar una planta madre, lo primero que tendrás que hacer será cultivar una. Te recomendamos que comiences a hacer crecer las plantas madre a partir de semillas debido a que las semillas desarrollan raíces mucho más fuertes y profundas, y que son muy importantes tanto para la absorción de los nutrientes como para la integridad estructural de la planta. También sugerimos comprar semillas de cannabis de buena calidad y no ir a la ligera utilizando cualquier tipo de semilla.
Después de germinar las semillas, cultívelas bajo un ciclo de luz vegetativa hasta que empiecen a mostrar signos de su sexo. Las plantas macho comenzarán a desarrollar sacos de semillas por los nodos, mientras que las plantas hembra desarrollarán brácteas y eventualmente estigmas con forma de pelo destinados a recoger el polen masculino. Alternativamente, se puede forzar un corte colocándolo en un ciclo de luz de más de 18 horas durante unas pocas semanas. Los machos deben ser retirados inmediatamente, mientras que las hembras pueden florecer o ser usadas como madres. Recuerda también mantener tus plantas madre en el ciclo de luz vegetativa para reducir el estrés y la probabilidad de que se conviertan en hermafroditas.
Perdiendo el vigor
Todas las plantas madre perderán vigor con el tiempo, incluso dándole los mejores cuidados. Cuando se trata de preservar tu planta madre el mayor tiempo posible es recomendable usar siempre un sustrato de buena calidad, nutrientes orgánicos y pesticidas. Con el paso de las generaciones, tu planta podría desarrollar una resistencia a los nutrientes y a los pesticidas sintéticos, reduciendo así su capacidad para resistir el estrés.
Por último, es necesario saber cuándo es el momento de poner tu planta madre a descansar. Incluso con los mejores cuidados, tu planta madre comenzará a mostrar signos de edad después de uno o dos años. El crecimiento será menos vigoroso, los clones producirán menos peso, y los signos de estrés pueden hacerse evidentes. Por lo tanto, te recomendamos almacenar las semillas de tu planta favorita para que, cuando sea el momento necesario de dejar descansar a tu planta madre, ya estés preparado para empezar de nuevo.
Conclusiones
Las madres son verdaderamente especiales; nos dan vida, nos alimentan a lo largo de la adolescencia y nos inculcan valores y características personales en cada uno de nosotros. La planta madre en el cultivo de marihuana no es diferente. Usar una planta madre para cultivar cannabis es fácil y extremadamente gratificante, dándonos más razones para amar a las madres en nuestras vidas.
¿Has tenido la oportunidad de cultivar plantas madre? ¿Tienes algunos consejos para el desarrollo y mantenimiento de las plantas madre? Compártelos con nuestra comunidad en nuestra sección de comentarios.