Uso de Co2 para incrementar el rendimiento del cultivo de marihuana

En el mundo del cultivo de la marihuana podemos encontrar diferentes métodos para incrementar la producción y la calidad de nuestras plantas. Entre estos sistemas podemos encontrar el uso de Co2, que usado en condiciones adecuadas puede significar un considerable aumento en la cantidad y calidad de la cosecha.

Puede que el uso de CO2 parezca costoso y complicado, pero realmente no es así, y con su utilización podremos obtener excelentes y densos cogollos que harán las delicias de todo cultivador.

El Co2 usado en condiciones adecuadas puede significar un considerable aumento en la cantidad y calidad de la cosecha.

¿Qué es el Co2?

Se trata de un gas incoloro, inodoro y no inflamable que podemos encontrar en el aire. Durante el proceso de fotosíntesis de las plantas, éstas toman Co2 y lo convierten en oxígeno. Las plantas realizan la fotosíntesis por medio de las hojas, que reciben la luz y con la ayuda del Co2, producen la savia elaborada.

Por este motivo el Co2 es tan importante en el buen desarrollo de las plantas, ya que su presencia y abundancia en el ambiente contribuye a que se realice bien la fotosíntesis, de modo que se estimula el crecimiento y producción de las plantas.

Uso del Co2 en el cultivo de las plantas de marihuana

La renovación del aire en la zona o armario de cultivo es muy importante. Esto se realiza por medio de sistemas de extracción e intracción de aire. Con la renovación del aire conseguiremos mantener los niveles de Co2 adecuados para que las plantas de marihuana tengan el que necesitan para su desarrollo.

Las plantas de marihuana tienen un desarrollo muy rápido y son capaces de consumir el Co2 de una zona de cultivo en poco tiempo.  Si las plantas se quedan sin Co2 no realizarán la fotosíntesis correctamente y por tanto su crecimiento se verá ralentizado.

¿Qué sucede cuando se aumenta la concentración de Co2 por encima de la densidad del aire?

Cuando se incrementa y enriquece el ambiente con Co2 también se produce un incremento en el rendimiento de las plantas, puesto que:

Acelera el desarrollo de las plantas, aumentando su crecimiento hasta en un 30%, siempre y cuando las demás condiciones necesarias para que su crecimiento sea correcto también se cumplan.

Disminuye los daños que se puedan producir a causa de agentes contaminantes del aire.

Reduce los tiempos de cultivo de las plantas y se incrementa su rendimiento.

Aumenta la resistencia de la planta frente a factores ambientales y al estrés.

Este método se denomina abonado con Co2 o fertilización carbónica y consiste en proporcionar a las plantas más dióxido de carbono del que hay en el ambiente. Este método se debe utilizar cuando los focos estén encendidos y evitarlo cuando las plantas están en modo noche, ya que durante este periodo las raíces necesitan oxígeno para su crecimiento. También se aconseja no usar Co2 2n las dos últimas semanas del cultivo.

Es importante tener en cuenta que si las plantas crecen con más rapidez, también van a necesitar más cantidad de agua y nutrientes.

También debemos controlar los sistemas de extracción e intracción de aire, pues si este se renueva con mucha potencia, no nos servirá de nada el aporte extra  de Co2.

El abonado con Co2 o fertilización carbónica consiste en proporcionar a las plantas más dióxido de carbono del que hay en el ambiente.

Sistemas para generar Co2

Generadores de Co2

Son aparatos muy parecidos a una estufa que generan Co2 por medio de la combustión de butano o propano.

Los generadores de Co2 nos ofrecen la ventaja de que son muy eficientes y son de fácil manejo, pero suelen ser caros y en verano hacen que suba la temperatura en la zona de cultivo.

Los podemos encontrar de 2  quemadores, para una habitación pequeña de unos 12m², de 4 quemadores, para una zona de cultivo de 34m², de 8 quemadores para un cuarto de cultivo de unos 70 m² y el más grande de todos de 10 quemadores que producirá Co2 suficiente para una sala de 85m².

Sistemas de inyección de Co2

Este sistema consiste en la instalación de bombonas de dióxido de carbono que se va liberando de modo controlado,  mediante un medidor de flujo, una válvula selenoide y un temporizador por periodos.

Este método goza de la ventaja de ser muy fácil de instalar y no existen riesgos de gases tóxicos, pero tienen que se usados junto con un medidor que controla la cantidad de Co2 que se libera y se trata de un artículo bastante costoso.

Levaduras

En este proceso se usan los mismos hongos que se utilizan para fermentar el pan. Estas levaduras actúan en los azucares y los carbohidratos y generan alcohol y co2, alcanzando su máximo rendimiento con una temperatura de 26 grados.

Se pude hacer de modo muy fácil. Se mezcla una taza de azúcar, un paquete de levadura (como la que se en las panaderías) y tres litros de agua templada. Se pone esta esta mezcla en una garrafa y se agujerea el tapón de forma que el Co2 que el hongo va produciendo se libere en el ambiente.

Se trata de un sistema fácil y barato que no genera gases tóxicos, pero es necesario cambiar la mezcla 3 veces al día y la emisión de Co2 es muy difícil de medir.

Hielo Seco

Con este método se usan bloques de Co2 congelado y comprimido. Una vez se ponen en la zona de cultivo se van descongelando y pasan a estado gaseoso, de forma que liberan Co2 constantemente.

Es un sistema de producción de Co2 limpio, cómodo y sencillo que no produce gases tóxicos, pero es un sistema muy difícil de controlar y además una vez que se empieza el proceso no se puede parar, solamente lo podemos ralentizar un poco metiendo los bloques en neveras portátiles y dejando una salida para el dióxido de carbono.

Bicarbonato y vinagre

Se trata de un sistema casero adecuado para zonas pequeñas. Debemos hacer gotear el vinagre sobre el bicarbonato, de forma que se produce una reacción química que produce pequeñas cantidades de Co2.

Es un método casero, barato y fácil, pero su principal problema es que no se puede controlar la cantidad óptima de Co2 que se necesita en la zona de cultivo.

Cubos o bolsas de compost

Este sería un sistema intermedio entre los más caros y sofisticados y los más caseros. Son bolsas o cubos de materia orgánica que producen C02 de modo natural.

Se trata de un método muy fácil y cómodo. Cada cubo nos va a durar 90 dias, no produce calor ni gases tóxicos. Tiene en su contra que es un proceso que no se pude interrumpir, una vez que se active no es posible desactivarlo.

Ahora sabemos los diferentes sistemas que se pueden utilizar para generar Co2. Está en tus manos elegir el que más se adapte a tus necesidades y proporcionarle a tus plantas un extra de Co2 que va a acortar el cultivo y va a incrementar el rendimiento.