Al cultivar en lana de roca estamos cultivando en un medio inerte, es decir, que vamos a cultivar en un medio donde no existe material orgánico que se descomponga, por tanto debemos suministras fertilizantes y nutrientes en todos los riegos para que las plantas crezcan fuertes y con vigor.
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¿De donde viene la Lana de Roca?
La lana de roca se descubrió en el siglo XX en Hawái mediante el estudio del comportamiento de los volcanes. A partir de este estudio se produce en Dinamarca por la empresa Rockwool los primeros productos de lana de roca tal y como hoy los conocemos.
Para crear la lana de roca se necesitan llevar a cabo una serie de procesos artificiales, hasta llegar a un producto donde se puede cultivar. Uno de estos procesos es la fundición de roca basáltica en hornos de 1600º simulando la acción de los volcanes de forma que se convierte la roca en lava líquida.
Después a esta lava se la aplica un ligante orgánico, para obtener fibras y tras algunos procesos que actúan con fuerzas centrifugas se crea una especie de colchón de lana. Esta lana se comprime y de deja en ella más o menos oxigenación dependiendo del uso que se le quiera dar, porque además de para la agricultura, la lana de roca también se usa para aislamientos acústicos, térmicos y cortafuegos.
Estabilización de la Lana de Roca
Se debe estabilizar su pH antes de comenzar con el cultivo.
La lana de Roca es un sustrato que necesita de un tratamiento y estabilización antes de su uso. Se debe estabilizar su pH antes de comenzar con el cultivo, puesto que su nivel de alcalinidad es de 7.
Para conseguir un nivel de pH idóneo para el cultivo debemos sumergir los slabs de lana de roca, durante 24 horas, en una solución de nutrientes con un pH de 4,5 y con unos niveles de EC de 0,5-0,6. De este modo podremos iniciar la germinación de las semillas sin que les falte ningún alimento.
Realizado este procedimiento los slabs deben estar a un nivel de pH de 5,5, si no fuese así, debemos volver a sumergirlos durante unas cuantas horas más, hasta que el pH llegue a los niveles adecuados para el cultivo.
Una forma fácil de saber si el slabs está estabilizado es regar con agua con un pH de 5,5 y medir lo que sobra del riego con un medidor de pH. Si esta agua sobrante está en 5,5 ya podemos empezar a germinar nuestras semillas.
Germinación de semillas de marihuana en la Lana de Roca
Una vez tenemos nuestros slabs estabilizados, podemos pasar al siguiente paso que es la germinación de las semillas.
La germinación se debe hacer entre dos servilletas humedas y entre dos platos, de modo que mantendremos una humedad constante y facilitemos la geminación. Cuando la semilla haya sacado su radícula las tenemos que trasplantar a los dados de lana de roca estabilizados y cuando la semilla haya germinado totalmente y esté empezando a crecer se realiza el trasplante a los slabs.
Para este medio de cultivo disponemos de vario formatos, en cubos o tacos de 5 x 5 x 5, aptos para geminar o hacer esquejes. Aunque para esquejar de forma más recogida y ordenada tenemos la bandeja de tacos de lana de roca de 77 o 150 alveolos. Existen también tacos de lana de roca más grandes de 10 x 10 x 6,5 cm, aptos tanto para el cultivo en slabs de lana de roca, como para cultivar en la noria Gi Grow.
Mantener una humedad constante para facilitar la geminación.
Todos los formatos respetan las ventajas de la lana de roca frente a la tierra y el coco, con la proporción de aire adecuada para el cultivo, lo que permite obtener grandes cosechas sin la necesidad de realizar trasplantes, evitando así el estrés que pueden sufrir las raíces.
Cuando se trasplanta la semilla se debe tener mucho cuidado con la raíz para que no se rompa, cuando se vayan a introducir los tacos pequeños en los grandes, hay que presionar un poco, pero con suavidad, para no romper las raíces, hasta que el dado pequeño quede bien insertado en el grande.
Esquejes en Lana de Roca
El proceso de hacer esquejes en lana de roca se parece mucho a otros sistemas de clonación, como en jiffi o en coco.
Tras la pre clonación de los esquejes y una vez que las ramitas estén bien trabajadas y preparadas se deben introducir con sumo cuidado en las lana de roca, siempre previamente estabilizada al 5,5 de forma que no haya mucha humedad en los dados, así se evitará los pudrimientos.
Una vez metidos en los dados, debemos tener un constante control de la humedad en los dados para facilitar el enraizamiento. Al ir pasando los días debemos bajar la humedad relativa hasta que se quite la tapa del mini invernadero para que los esquejes no sufran el contraste con el exterior.
Cultivo en Lana de Roca
Para cultivar en lana de roca a partir de semillas, lo primero que debemos hacer es estabilizar la lana como ya hemos indicado antes. Durante la primera semana de crecimiento no se deben realizar más de dos riegos de 1 minuto con una dosis de 60-70 ml por planta. De esta forma se facilita el crecimiento de la red de raíces.
El uso de un sistema de riego automático nos facilitará mucho la tarea del riego.
Esta cantidad de riego se puede mantener hasta la primera semana de floración, con un pH inicial de 5,5 el cual se puede variar tras los 5 primeros días de crecimiento, que puede ir variando poco a poco hasta 5,8 para dejarlo en 5,9 en la primera semana de floración tras el cambio de fotoperiodo.
En la segunda semana de floración y hasta finales de la tercera se aumentan el número de riegos y su duración, pasando a tres riegos. El primero de 2 minutos cuando se encienden los focos para que las plantas tengan suficiente alimento. El segundo de 1 minuto después de las 6h del primer riego con una Ec de 0,8-0,9 y un pH de 6.0.
En la cuarta semana y hasta finales de la quinta semana de floración se aumentan los riegos 4 diarios. El primero y el último de 2 minutos y los otros dos de 1 minuto, repartidos por igual durante todo el periodo diurno. Los niveles de Ec deben estar en 1.0 y 1,2, siempre teniendo en cuanta el estado de las plantas. El pH debe ser de 6, 0 dejándolo fluctuar hasta 6,2 para volverlo a bajar a 6.0 de nuevo.
En la sexta semana de floración se aumentan los riegos, pasando de 4 a 6 riegos al día. El primer y último de 2 minutos y los 4 riegos restantes de 1 minuto dejando la EC en 1.4 puntos. El PH sigue fluctuando de 6.0 a 6.2 como en la semana anterior.
En la séptima semana de floración mantendremos el mismo número de riego con las mismas dosificaciones, pero podemos aumentar la EC de 1.4 hasta 1.6-1.7 dependiendo del estado de las plantas. El PH lo podemos dejar fluctuar de 6.0 hasta 6.3.
En la octava semana de floración las plantas recibirán los mismos riegos y dosis que la semana anterior aunque aumentamos la EC hasta los 1.8 puntos.
En la novena y última semana de floración aumentamos la dosificación de los riegos dejándolos todos en 2 minutos con el PH ajustado en 6.2 junto con unos niveles de EC lo más bajos posible.
En esta última semana podemos aplicar un Flush para dejar las plantas limpias de sales y nutrientes que contienen en su metabolismo y conseguir de este modo un mejor sabor y olor final.
Gracias. Una duda. Voy incrementando número de riegos y duración, pero cuanto volumen de líquido hay q aplicar por planta en todo ese recorrido. Pq solo dice tiempo q dura el riego, pero sin saber el caudal, no se cuanto líquido hay q aplicar. Al inicio 60-70ml,y después?
Hola Diego eso depende de cada planta, eso tiene que verlo usted, no hay una cantidad exacta.
Un saludo
El flush lo puedo hacer cada cambio de semana ?
Y con que puedo hacer el flush?
Hola Rolo a que se refiere??
Si puede hacer con agua acidulada. pH 5.5-6.5.