7 Claves para cultivar con discreción

Actualmente, gracias al progreso legislativo que rige el consumo de marihuana, cada vez tenemos más libertades para poder consumir y cultivar con más comodidad siguiendo unas restricciones concretas que no imposibilitan el disfrute que tanto añoramos. Pero si bien legalmente tenemos cierta libertad para desarrollar un cultivo propio, no está demás disimularlo para poder disfrutar tranquilamente y sin sorpresas desagradables de nuestro arduo trabajo cuidando la planta. Es por ello que en MatillaPlant Growshop te indicamos los principales factores que te acusan al resto del mundo cuando tienes plantas de marihuana.

El olor

Una de las principales características de la planta de marihuana es su aroma intenso y penetrante. Si bien esta propiedad muchas veces es uno de los encantos de la planta, puede ser un claro acusador indiscreto de tu actividad doméstica. La composición de la marihuana hace que las sustancias que desprende (sobre todo en la fase de floración) no solo sean de gran potencia y de enorme capacidad de traspasar paredes o muchos tipos de aislamientos, sino que además tiene la desafortunada habilidad de incrustarse en determinadas superficies, como tu pelo, ropa u otros tejidos de manera que vas esparciendo el olor dondequiera que vayas.

Hay una serie de aspectos que debes tomar en cuenta cuando cultives marihuana en lo que respecta al olor, pero partiendo de la base, quizás lo más importante que debas tomar en cuenta es la propia genética de la planta, pues dependiendo de la genética de la misma tendrás una planta más aromático o discreta.

Entre las peores variedades que puedes elegir si te preocupa pasar desapercibido por el olor, se encuentra la variedad Skunk, su nombre es una palabra inglesa que significa «mofeta» dejando bastante claro el por qué. Las plantas de variedad Skunk, en condiciones generales, suelen ser las más ricas en contenido de THC, lo cual intensifica su efecto aromático de manera inevitable por su propia naturaleza.

Hay variedades de marihuana que no contribuyen al riesgo de que te pillen por el olor por su genética más pasiva en este aspecto. Algunas mencionables como opciones para cultivar sin preocuparte del olor excesivamente son las Northern lights, Chronic o Amnesia.

Otras sugerencias para disimular el olor van en el aspecto más técnico de la actividad, como por ejemplo, si es un cultivo de interior, debes renovar constantemente el aire del cuarto de cultivo para evitar la concentración de las sustancias que conforman el aroma, de esta forma, al extraer el aire del cuarto del cultivo (en caso de ser cultivo de interior) no irá tan recargado con el aroma de la maría y será difícilmente reconocible (siempre y cuando no sea una Skunk).

Otro método es la colocación de filtros de carbón activo, los cuales absorben los elementos que forman el olor característica de la planta, dejando el aire casi en sensaciones neutras, casi normales. Sin embargo, has de tener vigilado el periodo de expiración de estos elementos ya que si tienes vecinos cerca, estos podrían ir notando el olor a medida que el filtro vaya perdiendo efectividad.

Por último, y aunque parezca tonto, debes tener cuidado con la ropa. En este punto te recomendamos que dispongas de un atuendo único o reducido para las labores de cultivo y que lo uses únicamente durante el tiempo que estés en dichas funciones, pues el aroma de la marihuana tiene un fuerte poder de penetración y adhesión a cualquier tipo de tejido de manera que si realizas otras actividades con la misma ropa, y entras en contacto con otros tejidos similares, estos también pueden llegar a impregnarse de los elementos que tú vas portando.

El ruido

Para poder realizar un cultivo de interior en óptimas condiciones, necesitarás un amplio equipamiento técnico. Este equipamiento incluye un arsenal de filtros, macetas y similares, pero sin embargo aquellos que realmente deben preocuparte si buscas discreción son los instrumentos de funcionamiento eléctrico, es decir, luces, extractores o ventiladores.

Pero, ¿por qué?. Estos aparatos realmente no emiten un ruido intenso ni mucho menos molesto, sin embargo, se caracterizan por producir un zumbido muy concreto y el problema es que para que tu cultivo se vea profundamente optimizado, estos aparatos deben funcionar constantemente, por lo que el zumbido interminable puede alertar a los vecinos de tu actividad.

Las soluciones para este problema pasan por adquirir productos especialmente diseñados para emitir poco ruido, no obstante, estas opciones por incluir ese acabado discreto suelen también incluir una subida en sus precios por lo que quizás tengas que recurrir a recursos más artesanales para conseguir el disimulo que quieres. Por ejemplo, no colocar los aparatos sobre suelos o muebles de cristal o cerámica pues estos no solo no frenan la vibración sino que la intensifican y transmiten a su medio más próximo que generalmente será el propio edificio. Es por ello que una de las mejores opciones es colgar con gomas estos elementos, pues estas absorben totalmente el efecto vibratorio de los aparatos.

Tu sociabilidad

Sí, como lees, pues aceptémoslo, aunque tener nuestras plantas de marihuana en casa y poder consumirlas es totalmente legal, aún existen los prejuicios y el recelo excesivo por aquellos que disfrutamos de esta maravillosa planta.

Es por ello y por millones de motivos más que te recomendamos que como mínimo mantengas una relación cordial con tus vecinos, puesto que en caso de que sospechen de tu cultivo o lo detecten por el olor, su reacción dependerá de la impresión y afecto que sientan por ti.

Ten por seguro que un vecino con el que te lleves mal que se dé cuenta de que cultivas y/o consumes marihuana, no dudará en buscarte problemas y a causa de este recelo que habíamos comentado, llevas las de perder. Por el contrario, un vecino con el que tengas buenas relación y se vea incomodado por tu actividad tenderá a decírtelo con clara educación y amabilidad buscando mantener la sociabilidad construida hasta el momento.

Analizando las posturas que generarían cada tipo de relación vecinal, queda bastante claro la que debes buscar tener siempre.

La basura

Inevitablemente, el desarrollo del cultivo necesitará de productos tales como abonos, fertilizantes, insecticidas o las propias bombillas, ventiladores y extractores. Todos ellos generarán basura que tirarás (por mero sentido común) y que en función de sus características pueden ser muy identificables.

Es por ello que te recomendamos que cuando saques la basura, lo hagas con bolsas que se trasluzcan lo menos posible y que por supuesto estén bien cerradas. Recuerda que no falta el curioso que mira de reojo en los desperdicios del vecino, y una bolsa abierta es una invitación a ser pillado.

La posición del cultivo

Por comodidad (por evitar desplazamientos, por ejemplo), los cultivos suelen desarrollarse en el interior de casa lo cual permite tener un mayor control y vigilancia sobre el mismo. Sin embargo, esto puede establecer algunas dificultades, como por ejemplo la cercanía de las paredes con vecinos, lo cual en caso de vivir en un edificio es muy arriesgado pues que menos de medio metro de pared te separan de ellos.

Cuando esto ocurra, debes tener especial atención a no colocar ningún tipo de aparato pegado a la pared que compartes con tu vecino, pues como hemos dicho anteriormente, las máquinas generan una clara vibración. Otro aspecto peligroso es el olor o el propio ruido de las podas o de limpieza.

El mejor método para evitar este riesgo es colocar el cultivo en la habitación más alejada a los vecinos y en caso de no tener esa opción, habrá que optar por recursos más improvisados o sofisticados como aislantes sonoros para paredes o de filtros de olor más efectivos.

Tus formas

Esto se puede considerar una extensión de la sociabilidad aunque la hemos puesto por separado para darle una importancia mayor que la de un «además». Recuerda que encontrarte a una persona «colocada» por la vía pública no está bien visto y mucho menos cerca de instalaciones infantiles. Tienes derecho a consumir y disfrutar de las maravillas que tiene para ofrecerte esta planta que tanto queremos, pero también debes respetar el derecho de los demás de no querer participar en ello. Hacer esto es también invertir en tu cultivo pues no te verás envuelto en problemas ni enemistades. Si respetas los lugares y las formas, ganarás puntos en simpatía y disimulo.

Privacidad

Aunque parezca exagerado, la mejor manera de mantener algo oculto es no contárselo a nadie pues todos pueden decir algo de más cuando no deben.

Además, siempre cabe la posibilidad de encontrarte con alguien que quiera sacar las cosas de contexto o sacar provecho de tu iniciativa, lo cual tenderá a desembocar en problemas que alterarán y echarán a perder la idea original de plantar por puro placer y consumo propio. No existen secretos de dos!

Recuerda que estos «tips» no son infalibles y que la ley de Murphy siempre está al acecho, pero si pones en estos puntos los mismo cuidados y atención que le das al cultivo, seguramente que te ahorrarás un montón de problemas innecesarios.

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